miércoles, 14 de enero de 2015

¡Qué rabia de juego!

Hoy, en nuestro taller de experiencias conjunto con nuestros compis de 4 y 5 años hemos contado esta historia de dos conejitos que jugaban mucho juntos, pero uno de ellos siempre quería ganar... y cuando perdía...uff, se enfadaba muchísimo, tanto, que se ponía colorado y todo y hasta tiraba los juguetes al suelo...Pero su amigo, le enseñó, invitándole a leer un cuento muy chulo, que no debía ponerse así y que lo verdaderamente importante es participar y pasárselo bien jugando. 










Luego, nosotros lo pusimos en práctica jugando juntos, sin pelearnos ni enfadarnos. Y aprendimos un truco mágico: cuando nos enfademos nos convertiremos en una TORTUGA, nos meteremos dentro de nuestro caparazón, apretaremos los puños, contaremos hasta 10..y...¡voilá! nuestro enfado...desaparecerá. Mirad qué bien lo hacemos.


Jugamos al corro de la patata, al patio de mi casa, al juego de la silla... Todo esto JUNTOS y sin peleas ni enfados absurdos.





Y al juego de la silla

Y los que perdíamos... no nos enfadábamos...


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